martes, 9 de noviembre de 2010

Se dejaba llevar...

Algunas personas tienen poca personalidad. Y aunque esa expresión no tiene sentido, puesto que todo el mundo tiene personalidad, ya sea extroversión, introversión, o indefensión, todos tenemos un conjunto de rasgos que nos caracteriza. Indefensión, creo que esa es la palabra que más se acerca a la expresión "no tener personalidad".
Si, ahora me doy cuenta de que la carrera que hago a veces me trastorna y lo psicoanalizo todo. Pero no siempre las cosas que estudio sirven en la vida real; la Psicología no puede explicarlo todo, aunque me cueste reconocerlo. De todos modos si lo hiciera, ¿tendríamos libertad?, creo que es más divertido pensar que hay un margen, algo inexplicable que hace de la existencia algo misterioso.
Y aunque haya gente que no tenga personalidad, creo que llegará el día en que se den cuenta y reaccionen con madurez psicológica ¿no?; espero que no se queden ahí, que no sean niños inmaduros toda la vida.

lunes, 18 de octubre de 2010

Vive.

Este es un mensaje para la humanidad.
Hay personas que necesitan más de una vida para valorar lo que significa el mero hecho de estar aqui. Nos enfadamos, reimos cuando algo nos hace gracia, odiamos pequeños detalles de ciertas personas, y ayudamos cuando la situación nos lo pide.
Ríe a carcajadas cuando algo te haga hacerlo, odia a quien se lo merezca y desprecia a quien te lo pida con sus actos; sueña con viajar, viaja de verdad, acaricia a quien te apetezca y quiere a quien haya que querer.
Sé amable con la gente, o egoísta cuando tu quieras; duerme, duerme cómodamente y sin que nadie te interrumpa; baila descontroladamente cuando te vengas arriba. Siéntete bien cuando pase algo que inesperadamente te inunda de alegría, y vive feliz con quien te rodea.
Llora mares de lágrimas cuando te ocurre algo malo, y échale la culpa a los demás o a ti mismo si crees que es así.
Intenta pedir perdón, y da un abrazo largo e intenso a una buena persona. Haz una buena causa y encuentra la paz en tu interior por haber ayudado.
Come, come como si mañana se acabaran todos los alimentos del mundo, y ríete de los que cuentan cada gramo de grasa que se acumula en su barriga. Mírate al espejo y haz muecas, habla contigo mismo, habla con los demás, habla, habla, habla, y enfádate con los que no escuchan; escucha las historias que te interesen, y escucha a la gente que te necesita, da apoyo.
Escribe mil cosas y espera que alguien las lea y te diga: precioso. Haz el vago y después siéntete mal contigo mismo, pero sigue haciendo el vago. Espera momentos que luego no son tan felices como creías; siéntete deseado, desea.
La vida es algo que no se puede desaprovechar; no intentes ser quien eres, sé quien quieras ser y por encima de todo, vive.

jueves, 2 de septiembre de 2010



Rejuvenecido.

lunes, 2 de agosto de 2010

Siempre vuelvo

Siempre tardo, pero vuelvo.
Aunque creais que este blog está abandonado, sigo intentando escribir de vez en cuando, aunque al final las ideas se esfumen y siga viendo cuando entro la ultima entrada desde semana santa.
No os creais que os dejo, a veces entro en silencio, me doy un largo paseo y sigo pensando para mi mismo: si es que es el mejor sitio de internet.
Pero ahora ha llegado mi momento desconexión. Se acabó la ciudad, el ruido, la gente, la música, el móvil, el ordenador y las calles largas que huelen a humo. Es mi verano de descanso (entre comillas), verde, y casi siempre con la misma palabra en la cabeza: soledad...
Nunca os habeis preguntado: ¿Qué estará haciendo tal persona ahora mismo?, pues esa es la pregunta que más veces ronda mi cabeza a lo largo del día, y luego vuelvo al trabajo.
Pero una escapada de este mundo nunca viene mal, de hecho viene fenomenal, ¿no?. Has escapado de todo (o casi todo) y alli no hay problemas...no hay barullos por cosas tontas, y no te preocupas de lo que piense esa cantidad de gente que te rodea.
Pero si algo aprendes, es a valorar lo que tienes en el mundo normal. Parece algo tonto, pero en realidad es lo mejor que te puede ocurrir. Os lo recomiendo.

lunes, 5 de abril de 2010

Otra semana santa cumplida

Día de reflexión.
Domingo de resurrección, uno de los días más alegres y a la vez más tristes del año.
Alegría por la resurrección de Cristo, porque hoy se celebra la primera romería del año, y empieza la campaña romera; pero también triste, porque dejamos otra semana santa atrás.
Otra vez se nos va. Y se va como siempre, como todos los años, orgullosa de haber inundado las calles zamoranas, de haber lucido su elegancia, y su austeridad, su más humilde tradición.
Mañana ya no veremos los estandartes colgados de los balcones del ayuntamiento, y la gente se irá de Zamora volviendola a dejar sola, fría y viviendo del recuerdo.
Aunque la lluvia ha vuelto a hacer presencia en esta semana de vida y muerte, el balance vuelve a ser el mejor que podamos concederle, como siempre.
Porque nunca cambia, siempre llega un jueves con la emoción de ver al nazareno por el puente, y termina a golpe de flauta y tamboril, y escopeta en la plaza mayor con el reencuentro.
Pero siempre son diez días intensos. Días de escuchar mater mea hasta la saciedad, de esperar horas y horas hasta que no sientas tu cuerpo del frio, de ver miles y miles de cabezas reunidas en una plaza y que de ninguna de sus bocas salga un murmullo, de escuchar el silencio, y de comer almendras garrapiñadas o aceitadas.
Días de vestir de morado nazareno, de rojo silencio, o negro de luto; de contemplar escenas míticas como el cinco de copas al son de thalberg, o el caballo longinos con la marcha fúnebre de chopin; de arropar a la virgen de la soledad a su entrada en San Juan, y de que te invada un sentimiento de tristeza al oir el sonido del bombardino en las Capas Pardas...
Pero no solo la semana santa es para Zamora y los zamoranos, sino que nuestra ciudad abre sus puertas a que el mundo entero pueda admirar este sentimiento y notamos cómo en estos dias Zamora aumenta cinco veces el número de sus habitantes.
Pero hoy todo se acaba, todo vuelve a su sitio, la gente se vuelve a marchar, y la tranquilidad y la vida cotidiana vuelve a llegar a esta humilde ciudad, en la que esperamos dia tras dia que el barandales vuelva a avisarnos de que "ya llega".
Hasta el año que viene

viernes, 26 de marzo de 2010

Semana Santa 2010

Y vuelvo.
No se crean que me olvido de este rincón cibernético al que algunos podrían llamar diario.
Pero vuelvo con el motivo de casi siempre, con el motivo que me trae aqui año a año, y al que espero no faltar nunca.
Porque hoy, vuelvo a pasear por Santa Clara y vuelvo a ver un cartel que reza: Semana Santa 2010.
Es ahora cuando vas por la calle y escuchas conversaciones ajenas que comentan los cambios de este año, o la indignación que puede provocar decisiones tomadas por tal o cual cofradía. Yo, simplemente sonrío. Porque cuando pasa esto, piensas ya llegó, ya está aqui, y también piensas, ¡Qué pequeña es Zamora, y cómo me gusta!.
Zamora, aquella ciudad castellana al que algunos bautizan como la perla del duero, la ciudad del románico, la bien cercada, o la muy noble y leal...Zamora la olvidada, el pueblo que solo se acuerda de sus mayores, la ciudad que rezuma antiguedad por sus cuatro costados, la de las cuatro murallas, o siemplemente, la perdida entre el país del jolgorio y la juerga. Zamora hoy viste su etiqueta más elegante, Zamora hoy, muestra su arte y su devoción, Zamora hoy, empieza su semana.
Como cada jueves de traslado, la cuenta ha llegado a su fin, y como cada año, el corazón queda en un puño al ver pasar al nazareno, al cristo de la otra orilla, al del otro margen de la ciudad, al de Zamora entera.
Solo un zamorano sabe lo que significa jueves de traslado, significa el comienzo de su ciudad, el despertar de su gente, el inicio del más puro sentimiento de pasión.
Pasión al ver caminar al nazareno por la empedrada cuesta del Pizarro, por escuchar el grito de los niños que agitan sus palmas de alegría, por sentir que el corazón se encoje al oir el jerusalem, por callar y agachar la cabeza ante el dolor y la muerte, por dejarse llevar por las voces del miserere, o entristecer al ver que tu procesión este año se queda en casa, enmudecer al oir miles de voces cantar la salve a la reina de este humilde pueblo, o sencillamente, pasión por vivir esto, por vivirlo año a año, y esperar un largo año para que se esfume tan rápido, pasión en definitiva, por pertenecer a Zamora y a su semana santa.
Y sin más preámbulos le cedo el paso a Zamora en sí, que ella os guíe en otra nueva semana de pasión.