lunes, 5 de abril de 2010

Otra semana santa cumplida

Día de reflexión.
Domingo de resurrección, uno de los días más alegres y a la vez más tristes del año.
Alegría por la resurrección de Cristo, porque hoy se celebra la primera romería del año, y empieza la campaña romera; pero también triste, porque dejamos otra semana santa atrás.
Otra vez se nos va. Y se va como siempre, como todos los años, orgullosa de haber inundado las calles zamoranas, de haber lucido su elegancia, y su austeridad, su más humilde tradición.
Mañana ya no veremos los estandartes colgados de los balcones del ayuntamiento, y la gente se irá de Zamora volviendola a dejar sola, fría y viviendo del recuerdo.
Aunque la lluvia ha vuelto a hacer presencia en esta semana de vida y muerte, el balance vuelve a ser el mejor que podamos concederle, como siempre.
Porque nunca cambia, siempre llega un jueves con la emoción de ver al nazareno por el puente, y termina a golpe de flauta y tamboril, y escopeta en la plaza mayor con el reencuentro.
Pero siempre son diez días intensos. Días de escuchar mater mea hasta la saciedad, de esperar horas y horas hasta que no sientas tu cuerpo del frio, de ver miles y miles de cabezas reunidas en una plaza y que de ninguna de sus bocas salga un murmullo, de escuchar el silencio, y de comer almendras garrapiñadas o aceitadas.
Días de vestir de morado nazareno, de rojo silencio, o negro de luto; de contemplar escenas míticas como el cinco de copas al son de thalberg, o el caballo longinos con la marcha fúnebre de chopin; de arropar a la virgen de la soledad a su entrada en San Juan, y de que te invada un sentimiento de tristeza al oir el sonido del bombardino en las Capas Pardas...
Pero no solo la semana santa es para Zamora y los zamoranos, sino que nuestra ciudad abre sus puertas a que el mundo entero pueda admirar este sentimiento y notamos cómo en estos dias Zamora aumenta cinco veces el número de sus habitantes.
Pero hoy todo se acaba, todo vuelve a su sitio, la gente se vuelve a marchar, y la tranquilidad y la vida cotidiana vuelve a llegar a esta humilde ciudad, en la que esperamos dia tras dia que el barandales vuelva a avisarnos de que "ya llega".
Hasta el año que viene

6 comentarios:

M@r@ dijo...

A mi me entra mucha tristeza,igual o más que la tuya,pero se que dentro de un año y poco más veremos a vernos las caras con Thalberg,con la rua o con el Nazareno,por eso me entristeze pero detrás de mi siempre verás una sonrisa,el tiempo es largo pero pasa...Y si además se que el año que viene seguiré a tu lado mucho más y mucho mejor.
UN besazo Manu...HA sido(como siempre)una de las mejores semana santas vividas y a tu lado...
Te quieroooo

Lucía Mateos dijo...

Ha sido grande.
Pero bueno, no podemos decir que se acabe para siempre... manu, un beso enormeee y ahora a darlo todo con las romerías je guapo!

Lady Day dijo...

La Semana Santa se acaba... pero queda menos para el... TITITITITITIII TIRIRITITITITIRIRI.

Loveu.

Lady Day dijo...

Pataten, por cierto.

lunaticoreciente dijo...

gran, gran blog....enhorabuena

Anónimo dijo...

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