¿vendimia? No, gracias

Todo comenzó una mañana de sabado, cuando los riñones de un pobre niño que solo quería ganarse unas perrillas, no sabían lo que les ocurriría ese dia...
A las 7 de la mañana el pobre niño iba rumbo a Morales de Toro, medio dormido y con ganas de volver a meterse en su caliente cama.Llegó a su destino y comprobó que lo que contaba la gente sobre lo duro que era vendimiar iba a ser verdad...
Con las gotas del rocío encima de las parras, el niño iba partiendo cada racimo de uvas y metiendolos en un pequeño saco, que iba a un pequeño tractor, que iba a un gran remolque.
Se hizo la hora de comer, y el cuerpo del joven le agradeció mucho el haber parado un poco, pues estaba hasta las mismisimas narices.
Cuando por fin llegaron las 17:30, Manuel, que así se llamaba el muchacho, ya no podía mas, pero su recompensa no se hizo esperar, y aunque su cuerpo le gritaba por dentro y le insultaba de una manera sorprente (por fuera el cuerpo tambien cantaba pero no precisamente una cancion), Manuel se fue para casa con su dinerillo tan contento y con sus riñones destrozados.




Que rico está el vino, verdad?
Pues cuando tomeis un vasito, acordaros de lo duro que es hacerlo...

¿Vendimia?

No gracias