Mi pequeño rinconcito...

Existe un rincón, un minúsculo espacio en este universo infinito, en el cual, yo soy yo, tu eres tu, nadie finge ante nadie, y cada uno es como es.
Es TU espacio, donde vives, donde piensas, donde lloras cuando sufres, donde ries cuando eres feliz.
Llámalo como quieras, habitación, cuarto...pero ese territorio, te pertenece, es algo tuyo, y en él, solo tu eres dueño.
Porque cuando llegas a casa, te metes en tu habitación, y te alejas del mundo, de la realidad, esa que a veces nos asusta o golpea tan fuerte que creemos que nunca podremos resistirlo, y esa misma realidad que tambien a veces nos da una grata sonrisa, y con un simple gesto, un simple abrazo, un simple recuerdo, nos hace felices, pero siempre allí...
Aquí duermes, piensas, escuchas musica, hablas, estudias, vuelves a pensar...y ya puede pararse el mundo, que nosotros con ese pequeño trozo de intimidad, somos felices, porque somos nosotros, sin mentiras, sin bulos, sin engaños a nadie ni a nada.

Quizá solo sea un armario, una cama y 4 estanterias mal colocadas, o quizá no. Quizá sea un mundo aparte, paralelo o incluso opuesto, mi mundo, el que yo he creado, el que nadie me puede arrebatar.
Ahora miro a mi alrededor y me vienen a la mente todo tipo de recuerdos...tanto alegres como tristes, pero este es el sitio en el que creces, el sitio en el que das vueltas y vueltas intentando comprender situaciones extremas, el sitio donde, cuando te enfadas con el mundo, te encierras, y parece que la pena es menor, pues aqui solo estás tu, y nadie mas, nadie te molesta, y puedes hacer lo que te plazca, es tu mundo aparte.

Cuando sales de él, parece que tienes que ser otro, la realidad te obliga a ser otro, a cambiar, pero cuando estás en el, no hay secretos, no existen falsedades...

Quizá ese mundo solo se encuentre en mi cabeza, no exista en realidad, no aparezca en ningun mapa, no sea algo fisico, quizá sea mi mente la que crea un universo irreal, o mas bien, la que quiere crearlo, porque si no fabricaramos mundos imaginarios, la vida sería una rutina de actividades constantes, pero cuando queremos que el mundo pare y que nos de un pequeño respiro, nos introducimos en él, para desconectar quizá o para soñar con un mundo perfecto en el cual no existen las mentiras, donde la tristeza, se deja en la puerta.